Manual de crisis del dictador árabe
La Primavera Árabe ha puesto de manifiesto que el esquema de actuación de los autócratas, sus accciones y su comunicación son muy similares. Si tuviesen un manual de crisis, quedaría resumido así:
1- Primeras protestas y cargas policiales:
Perfil nulo. Son cuatro descontrolados que la policía dispersará. Lo habitual en mi régimen. La televisión estatal deleitará a mi pueblo con música tradicional.
2- Protestas durante más de una semana. Primeros muertos:
Sale el Ministro del Interior. Después aplicamos política del palo y la zanahoria. Es decir levantamos el estado de emergencia, presente en el país durante décadas, pero no permitiremos «desorden público». Además, mi mujer, que es muy moderna y glamurosa, sale en un especial de la revista Vogue.
3- Repercusión mediática internacional creciente. Al-Jazeera y Al-Arabiya me dedican especiales y cobertura casi 24/7. Más muertos:
Anuncio una remodelación de mi gabinete. Aparezco ante mi parlamento, donde mi partido es único (si soy presidente y no Monarca. Pero el resultado es el mismo) o tiene una amplísima mayoría. Todos me respaldan con estruendosos aplausos.
4- Decenas de muertos. Aquí ya se presentan dos posibilidades:
· Soy aliado de Occidente y he recibido durante décadas su financiación y armamento: Hablo con los principales Jefes de Estado y les explico que no entienden a mi pueblo y que mi salida será una victoria para Al-Qaeda, provocará una guerra civil y desembocará en un estado fallido como Somalia.
· No soy aliado de Occidente, he seguido mi camino dando bandazos (Libia), mi régimen es teocrático con mayoría Chií o dependo de Irán (Siria): Denuncio una conspiración internacional-sionista contra nuestro pueblo.
En cualquiera de los dos casos: Denuncio mentiras en los medios internacionales. Bloqueo la labor de los periodistas, atacándoles o cerrando sus sedes, especialmente de Al-Jazeera, que está cubriendo bien mis actividades. Hago lo posible por bloquear las conexiones de internet para impedir la propagación de mensajes subversivos por Twitter y Facebook.
5- Varias semanas de protestas. Tomo acciones drásticas, según el caso:
· Las Fuerzas Armadas, al menos en mi Capital y alrededores, me son fieles (Libia): Las utilizo para disparar contra mi propia gente, que son ratas de Al Qaeda, están drogados o apoyados por protestas extranjeras. Pero en realidad, el pueblo me quiere.
· No cuento con toda la lealtad que querría en las Fuerzas Armadas (Egipto y Tunez): Sigo apoyándome en la Policía. Pero ahora además saco a mis partidarios matones a las calles para que amedrenten a los manifestantes. Éstos, además, destrozarán antigüedades y patrimonio histórico para que pueda cargar la culpa contra ellos.
· Mi nación es pequeña. Muchos manifestantes son Chiíes (Bahrein): Pido ayuda a nuestra «Santa Alianza» Árabe: El Consejo de Cooperación del Golfo. Nuestro hermano mayor, Arabia Saudí, nos envía al Ejército para reprimir esos brotes revolucionarios que se pueden contagiar y contrarestar esa influencia chíi-iraní.
6- Situación crítica:
· Ante el ataque fulminante del Ejército, los manifestantes forman milicias y parte de las Fuerzas Armadas se une a ellos (Libia): Utilizo a las Fuerzas Aéreas para machacarlos. Con las reservas que tengo, contrato a miles de mercenarios extranjeros.
· Las Fuerzas Armadas ya me han pedido que dimita (Egipto, Túnez): Anuncio que no me presentaré a las próximas elecciones. Sería malo para mi país dejarlo ahora ya que desembocaría en una guerra.
En todos los casos, extraigo gran parte de mi dinero en el extranjero y me hago con todas las reservas de Oro que pueda, ya que me bloquearán las cuentas. Si es necesario, extraigo Oro de las propias reservas nacionales. Lo cargo en un Gulfstream y mando a mi familia al extranjero.
PD: No son pocos los que han dicho con cierta sorna que establecer una consultoría de RRPP para aconsejar a estos regímenes sería un negocio muy lucrativo. Bueno, uno de estos países está manteniendo especialmente bien su imagen en el exterior (más allá de España) y es Marruecos. Diversos artículos alaban las reformas del Rey Mohammed VI, sobre todo en contraste con el resto. Se aprecia por tanto un buen trabajo de RRPP y más teniendo en cuenta que no cesan las protestas.